A lo Napoli

Triunfo de suma importancia ante Sao Paulo por 2 a 1, quitándole el invicto a un equipo que venía segundo con chances concretas de ser el único líder del certamen. Claro que todo esto hasta que nos pusimos en su camino...
Basta traer a colación algunas palabras que se dijeron en la previa del partido, cuando el viento frío y la tierra se hacían presentes, para describir lo que luego se vería en cancha: ''los esperamos ordenaditos y salimos de contra'' se escuchó decir más de una vez y así fue más o menos como se dio.
Mucha firmeza y pierna fuerte en el fondo. La línea conformada por Marra, Leo y Walter actuó casi a la perfección. A Leo le tocó bailar con la más fea y ganó en todo momento, más allá de la repudiable decisión del árbitro de pedir cambio obligado para él junto al delantero rival cuando era evidente que este último fue el único que intentó ensuciar el juego desde el principio. La solvencia defensiva también se vio a las claras por las puntas y bajo los 3 palos, haciendo de ella la base para el triunfo posterior.
Cortar y salir de contra. La zona de volantes también se vio contagiada por el orden y la entrega de los de abajo. Con un Mono sobresaliente como volante central, mordiendo, quitando y desprendiéndose al ataque cuando la jugada se lo demandaba. Por el carril izquierdo el Chino cumplió con su función de auxiliar en la marca y mostrarse como salida por su sector, mientras que a mi por derecha me cabían mayores responsabilidades ofensivas pero sin tratar de descuidar la línea cuando de marcar se trataba. La idea de salir rápido de contra por mi sector hizo que el primer gol del Alfa en el torneo se diera de esa manera, definiendo nuestro ariete de primera junto a un palo. Además hubo otra muy clara en mis pies por el sector izquierdo. Mención especial para el Chino que pasó a reemplazar a Leo en el fondo cuando tuvo que salir y lo hizo sin sobresaltos.
Aguantar lo que venga. En el segundo tiempo la idea fue similar. Quizás la variante más notoria fue dejar 2 volantes bien decididos a cortar el tránsito por el medio (Mono y el ''arengador'' Lelio) y liberarme a mi un poco más arriba para acompañar a Franco , primero, y Ale, después, en el ataque. Claro que todo pareció hacerse más fácil luego del segundo nuestro que me tocó hacer a mi tras una punteada de Franco que me dejó cara a cara con el arquero. Si bien esto dio más tranquilidad, el partido no estaba definido. Hubo mucha pierna fuerte, sin que ninguno se achicara. La contra era una tentación por los espacios que dejaban pero no tuvimos demasiadas posibilidades, ni siquiera tras el descuento de ellos. Tampoco sufrimos demasiado al no perder el orden y junto al pitazo final llegó la algarabía de todos. En el trayecto de vuelta otra frase quedó marcada en el atardecer sabatino: ''que lindo es ganar a lo Napoli...''.