Arrancaron los cuartos y llegó la primera alegría napolitana con victoria en la definción por penales. El equipo logró sobreponerse al mal de ausencias por lesiones (y frío?) de muchos de los habituales jugadores y al hecho de tener que jugar todo el 2t con un hombre menos por lesión de Lelio en el tobillo y retiro de Lucas Loghlin por un compromiso previamente asumido.
La formación inicial fue con Alfa en el arco, Franco, Leo y Lelio en defensa, Alfre, Mono y Mariano en el medio, siendo Lucas el punta definido. En el banco empezó Cristian pero después tuvo participación en gran parte del juego.
De arranque nomás empezamos dominando el partido, apretando bien arriba y generando llegadas con bastante asiduidad. La defensa prácticamente no tuvo trabajo en todo el 1t y el gol de ventaja se dio casi por decantación. Diagonal "de 8 a 9" de Alfre, pase en profundidad mia y toque de primera de Bula para poner la pelota contra el palo. Faltando poco para el final de la primera mitad Lelio hace un mal movimiento de tobillo y tuvo que dejar la cancha obligatoriamente.
En la etapa final tuvimos que ceder el protagonismo por el hombre de menos en cancha. El rival manejaba la pelota pero solo inquietaba con tiros de media distancia. Nosotros apostabámos a la contra y en dos ocasiones estuvimos cerca de definir el partido, la más clara un mano a mano de Cristian que el arquero tapó con la mano afuera del área (el árbito, uno de los peores que nos dirigió en toda la historia napolitana, ni se enteró). Promediando el 2t llegó el empate. Tiro libre desde la derecha del ataque rival, un zurdo que patea y la pelota que se cierra detrás de todo. El sorprendido Alfa solo atinó a mirarla...la caprichosa, quizás con ayuda del viento, decidió meterse en el ángulo. De ahí al final hubo poco para rescatar aunque sería injusto dejar pasar por alto la pisadita de Cristian para hacer pasar a dos rivales...
En la definición por penales arrancó El Carro. Gol. El empate llegaría rápido desde mi pie derecho y en el siguiente penal el Alfa tapó el arco con toda su humanidad y gracias a su vuelo logró desviar la pelota. Lamentablemente no pudimos aprovechar la ventaja porque Franco le alcanzó la pelota al arquero pero este, en el último penal de los de verde, estrelló la pelota contra el travesaño y nos dejaba servida la victoria. "No vi la pelota...pero la escuché..." declaró posteriormente nuestro improvisado arquero. En el último penal nuevamente se hizo cargo Leo de la ejecución y su zurdazo a la derecha se metió por debajo del cuerpo del 1. El festejo, con chupete incluido, desató la locura napolitana.
El sábado próximo es turno de semifinales. Ojalá que al frío polar se le imponga nuevamente el calor napolitano...
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