Ahora sí, dejando en claro ante todo que es lo importante en la vida, me dispongo a analizar el partido disputado desde el punto de vista futbolístico.
Antes quiero mencionar la gran convocatoria que esta instancia final generó en el equipo. Faltaron sólo LR1, el nefasto y el contra. Dps estuvieron todos, si hasta los lesionados se recuperaron raudamente en la semana con tal de no perderse el encuentro. La concentración era tal que nadie reparó en la falta de la tradicional picada o del porrón. El hambre de gloria satisfacía los generosos vientres napolitanos.
En la previa, sabíamos que jugábamos seguramente contra uno de los mejores equipos de nuestra zona (o zonas según el reglamento particular de Ruben) y el DT Zuliani dispuso de un equipo equilibrado en la zona media para los minutos iniciales del encuentro. El 8 inicial: HP; LR2, LR3, LC; DC, EA, MA; LV. Lamentablemente, una desorganización más de la Liga hizo que nos cambiaran de cancha y nos adelantaran el inicio del match, por lo que entramos fríos a la cancha y sin contacto previo con la redonda. Esta condición se evidenció en los primeros minutos donde el equipo no coordinó dos pases seguidos. Para colmo de males, antes de los 10 mins un zapato de compromiso de un volante rival se coló en el primer palo de un tapado Pozza. A partir de eso momento y hasta la finalización del 1T el equipo fue un manojo de nervios sin ideas. No se coordinaban los volantes, LV y su reemplazo estuvieron muy solos y desde abajo, si bien se mantenía cierta firmeza, no se aportaba claridad en la salida. Casi sobre el final HP intervino magistralmente para mantener la esperanza a flote.
En el entretiempo empezó el cambio del equipo. La bronca de haber jugado tan mal se canalizó en la conviccón de que había que dejar la vida en los ultimos 25 minutos y así fue. Apareció lo mejor del Napoli, caracter, juego asociado, solidez defensiva. El rival, tal vez cansado dps del ritmo que habia imprimido, pero empujado por el equipo se dedicó a esperar. La sensación del empate empezaba a aflorar y llegó con una soberbia definición de aire de LV tras centro bombeado de AB. El rival golpeado intentó reaccionar, pero el dominio siguió siendo napolitano. Un cabezazo de LV, una entrada por el medio de DC, un remate cruzado de JLL, y dos peligrosas jugadas que MA no pudo definir podrían haber sentenciado la historia. Del otro lado, HP se lució ante otro remate desde afuera y sólo una distracción en el final llevaron algún susto. Con el silbatazo final, nos esperaba la definición por penales (situación que particularmente encuentro muy traumática por las experiencias vividas).
MA, LV y JLL fueron los shooteadores elegidos. La serie empezó con remate de La Viela que HP adivinó pero no pudo contener. MA nos hizo sufrir con remate a media altura que el 1 rival cacheteo antes de ingresar al arco. HP no pudo con el segundo y LV no dejó dudas al fusilar al golero. Llegaría el ultimo penal de la serie y HP escribía otra de sus grandes páginas, adivinó el amague y contuvo bien abajo. Llegaba el turno de JLL quien buscó la gloria en la ratonera derecha del arquero, pero la desgracia hizo que el arco se le achique unos cms. A seguir sufriendo.
La Viela ajustó la punteria en los 4 penales sucesivos, pese a los esfuerzos de HP que adivinó casi todos. La responsabilidad para seguir con vida entonces recayó sucesivamente en DC, LR2, LE quienes optaron por los remates fuertes. El mismo camino optó JLA cruzando con violencia el remate pero la física estuvo en contra nuestra y la interminable parábola que generó el roce con la rodilla del arquero salió apenas por encima de un travesaño demasiado bajo.
La desazón fue inmediata y la bronca del "dale campeón" ajeno se apoderaron de cada uno de nosotros. Entre este sentimiento y el ya comentado que surgió poco después, vino el reconocimiento del rival que caballerosamente nos reconoció la gran labor realizada.
Fue una batalla perdida de pie. El tiempo y la convicción de este grupo se encargarán de darnos revancha.
Mañana el 1 por 1 con los puntajes.
En el entretiempo empezó el cambio del equipo. La bronca de haber jugado tan mal se canalizó en la conviccón de que había que dejar la vida en los ultimos 25 minutos y así fue. Apareció lo mejor del Napoli, caracter, juego asociado, solidez defensiva. El rival, tal vez cansado dps del ritmo que habia imprimido, pero empujado por el equipo se dedicó a esperar. La sensación del empate empezaba a aflorar y llegó con una soberbia definición de aire de LV tras centro bombeado de AB. El rival golpeado intentó reaccionar, pero el dominio siguió siendo napolitano. Un cabezazo de LV, una entrada por el medio de DC, un remate cruzado de JLL, y dos peligrosas jugadas que MA no pudo definir podrían haber sentenciado la historia. Del otro lado, HP se lució ante otro remate desde afuera y sólo una distracción en el final llevaron algún susto. Con el silbatazo final, nos esperaba la definición por penales (situación que particularmente encuentro muy traumática por las experiencias vividas).
MA, LV y JLL fueron los shooteadores elegidos. La serie empezó con remate de La Viela que HP adivinó pero no pudo contener. MA nos hizo sufrir con remate a media altura que el 1 rival cacheteo antes de ingresar al arco. HP no pudo con el segundo y LV no dejó dudas al fusilar al golero. Llegaría el ultimo penal de la serie y HP escribía otra de sus grandes páginas, adivinó el amague y contuvo bien abajo. Llegaba el turno de JLL quien buscó la gloria en la ratonera derecha del arquero, pero la desgracia hizo que el arco se le achique unos cms. A seguir sufriendo.
La Viela ajustó la punteria en los 4 penales sucesivos, pese a los esfuerzos de HP que adivinó casi todos. La responsabilidad para seguir con vida entonces recayó sucesivamente en DC, LR2, LE quienes optaron por los remates fuertes. El mismo camino optó JLA cruzando con violencia el remate pero la física estuvo en contra nuestra y la interminable parábola que generó el roce con la rodilla del arquero salió apenas por encima de un travesaño demasiado bajo.
La desazón fue inmediata y la bronca del "dale campeón" ajeno se apoderaron de cada uno de nosotros. Entre este sentimiento y el ya comentado que surgió poco después, vino el reconocimiento del rival que caballerosamente nos reconoció la gran labor realizada.
Fue una batalla perdida de pie. El tiempo y la convicción de este grupo se encargarán de darnos revancha.
Mañana el 1 por 1 con los puntajes.
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